Las playas argelinas están experimentando un aumento preocupante en el número de casos de ahogamiento, especialmente en zonas remotas y sin vigilancia, con un promedio de 3 a 5 muertes registradas semanalmente. Las víctimas suelen ser jóvenes y adolescentes que se arriesgan a nadar en playas peligrosas, especialmente en las provincias de Chlef, Boumerdès, Mostaganem y Tipaza a lo largo de la costa.
Los equipos de rescate realizaron recientemente 1.178 intervenciones, salvando a 874 personas de una muerte segura. En solo 24 horas se registraron cuatro nuevas muertes.
A pesar de las advertencias previas emitidas por las autoridades competentes sobre el estado agitado del mar y la izada de la bandera roja a lo largo de la costa durante el fin de semana, se registraron varios casos de ahogamiento debido a la ignorancia de las instrucciones de precaución.
Los servicios de Protección Civil aclararon, a través de comunicados publicados en sus páginas oficiales de Facebook, que nadar en tales condiciones representa un peligro real, instando a los ciudadanos a evitar riesgos, especialmente en playas sin vigilancia. Sus equipos también intensificaron las campañas de concienciación dirigidas a los veraneantes para reducir los accidentes.
Por su parte, el sábado, el Ministerio del Interior, Autoridades Locales y Ordenamiento Urbano hizo un llamado a los padres para que asuman la responsabilidad de vigilar a sus hijos menores para evitar tragedias relacionadas con el ahogamiento, especialmente en lugares prohibidos o con poca seguridad.
El Ministerio anunció, mediante una publicación en sus páginas oficiales de redes sociales, que 50 de las víctimas de ahogamiento registradas son menores, calificando este número como “alarmante”. Instó a los padres a mantener la máxima vigilancia, especialmente durante los períodos de recreación, y a impedir que sus hijos acudan a playas sin vigilancia o complejos acuáticos peligrosos.
Los casos difundidos en redes sociales muestran que la mayoría de los ahogamientos ocurrieron en playas clasificadas como “zonas de alto riesgo”, donde anualmente se registra la mayor tasa de muertes debido a la profundidad del agua, pendientes repentinas y corrientes invisibles.
Durante la temporada de verano de 2023, se registraron 162 muertes por ahogamiento en todo el país, incluyendo 70 casos en playas inseguras y 49 en playas autorizadas para nadar.